“ALFOMBRA” на російській мові

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Té con pastasPensaba en ella cuando, de regreso en el Andalucía Palace, pasó junto a un grupo de oficiales alemanes que conversaban en el vestíbulo; y también cuando subió por la escalera hasta el primer piso y, tras mirar instintivamente a uno y otro lado, anduvo sin ruido sobre la alfombra del largo pasillo, camino de su habitación.

Después, pisando sobre los talones aunque la alfombra apagaba sus pasos, se acercó a la puerta.

La casa de «Seсa» Florinda, blanca, ventilada y espaciosa, lucía en su patio central el único árbol de todo el tercio sur de Lanzarote; una enorme mimosa que en primavera cubría el suelo de una suave alfombra amarilla que hacía las delicias de unos niсos tan poco acostumbrados a las flores, y dominaba, desde lo alto del promontorio de roca que cerraba por levante la pequeсa playa y la bahía, el conjunto de edificaciones — todas blancas también— que conformaban el aislado y tranquilo villorrio.

El suelo del bosque cambió la alfombra verde por otra silenciosa de agujas marrones.

Las hojas de los pinos formaban una alfombra húmeda y marrón sobre el sendero que atravesaba el bosque.

Las lentejas de agua formaban una gruesa alfombra sobre las aguas oscuras y en calma, dando la impresión de que se trataba de un prado bien cuidado.

Pero sabía que Giller quería que se diera prisa, por lo que cruzó la alcoba, caminando sobre la alfombra de piel, hasta el escritorio de hermosa madera de raíz.

Ella inclinó la cabeza a un lado, mirando la alfombra.

Me quedé en medio de la habitación, sintiendo una ligera presión en la cabeza y la mullida alfombra bajo las plantas de los pies.

En el centro de aquel paisaje, situado en medio de una alfombra formada por grandiosos árboles, se levantaba un palacio de impresionante gracia y esplendor.

La habitación entera se asemejaba a la asfixia entre dos gritos; centelleaba con declarada maldad donde quiera que fuese: sobre la alfombra de cambiante dibujo, sobre el cuadro de los castillos del Loire que había encima de la cama, sobre el césped verde de estos castillos.