“QUEDADO” на російській мові

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Algunos mechones de pelo se le habían quedado pegados a las mejillas.

Sin embargo, bajo las uñas se le había quedado una mínima cantidad de lsd, lo que bastó para provocar la intoxicación mientras se estaba preparando la cena.

A Richard lo impresionó el estado en el que había quedado la pequeña casa de su padre; era como si una tormenta se hubiera desatado en su interior.

En La Graciosa, a la que llamaban en el archipiélago «La Isla de las Dueсas Costumbres», todo se hacía en común; desde construir las casas, a reparar los barcos, cuidar a los enfermos o mantener limpio y «enjalbegado» el pueblo, y a Yaiza le había quedado especialmente marcado el impacto que produjo en su madre el haber asistido en aquellos días a una ceremonia de «Reparto».

se hubiera quedado en tierra… — replicó convencido—.

La ventana podía haber quedado abierta después de franquear la entrada al asesino y éste introducirse en la estancia, o acaso la misma persona se introdujese otra vez.

Cuando acabó por derrumbarse, Damián Centeno, del que se diría que ni siquiera se había alterado, lanzó una larga ojeada a su alrededor, ordenó con un gesto a sus secuaces que recogieran al «Milmuertes» y a un gitano que daba tumbos luchando por mantenerse en pie aunque en realidad se encontraba ya inconsciente, y abandonó el local que había quedado convertido en un lodazal de vino y sangre.

Estornudé una vez, dos veces, y estaba tan ocupado con los estornudos que no me di cuenta de que Nápoles se había quedado atrás y había desaparecido en el azul de la costa.

En otro tiempo, a Ariakas le había gustado el tipo de belleza de Kitiara, musculosa y magra, pero de eso hacía mucho y Kit estaba contenta de que hubiese quedado en el pasado.

El que fuera poderoso cacique de Mozaga había quedado reducido a dos inmensos ojos casi desorbitados que recordaban de un modo a la vez cómico y macabro los relucientes faros del fastuoso automóvil con que recorriera en un tiempo la isla, y Pedro «el Triste» no pudo por menos que quedarse muy quieto junto al vano de la puerta, impresionado, porque por mucho que hubiera oído hablar en la taberna de Tinajo sobre el estado casi agónico en que se encontraba su víctima, jamás pudo imaginar que se enfrentaría a un espectáculo semejante.

Y he quedado muy sorprendida cuando en la posada he preguntado por él.